correcciones de todo tipo

cuando la flor echa sus luces, tiemblo

sábado, 6 de agosto de 2011

luz disecada



a cada paso una piedra y luego una sombra y después

el infinito río que gime sus esquinas en la mirada:

el verde lava la memoria y se sacrifica en las pupilas

sin que éstas aprendan del ver nada; la mirada niña aprende

a decir palabras feroces, imprecisas, casi aberturas

de una herida que no tenía por qué serlo.

mientras, en el rojo amanecen alas que zurean y a la tarde

anidan como si el mundo fuera poco: la costumbre

de recostarse y no ver sino el viento en los huesos,

la arena jugando en el disfraz de la muerte.

azules labios que escriben su aliento en la gota

de la lluvia, enfermas hojas burladas ya en la noche,

junto al sueño sedientas: la cumbre de la luz

es su propio abismo.

así la raíz del pecho que crece desterrado y casi sin cielo

mirando al otro abismo que es el espejo.

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