Oscura razón es tu cabellera
más que hermosa lumbrera.
Aquí el espejo miente el tiempo:
tu sonrisa que es atalaya de deseo
y provocación para el cenobita,
a mi corazón incita
a su vuelo mortal:
queda la voz, refulge oscura,
flor mística en jardín mustio del poema
y se calla en la puerta de tu mirada.
Fuego el corazón florece
cuando mi mano atardece
para rezar en oración
la forma de tu corazón.
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