ven, amada, llega con tus pies dulces
a lavar mis lágrimas de noche;
amada, ven a la luz que traes
desde el tiempo eterno
a darme alimento de tu luz
aunque raíz oscura sean mis plantas
y de oquedades se llenen mis palabras
amada, ven a la oscura boca mía
a sembrar mar de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario