dice paul bowles en algùn libro, que la enfermedad reduce al individuo a su propio funcionamiento: apenas pude comprobarlo, oh caro cayo, cuando su servidor estuvo con un dolor de panza fuerte, intermitente y poco dispuesto a irse; no pude menos que hacer lo que cualquier filòsofo que se dè a respetar, puede hacer: echarme y a quejarme como vaca. mu. saludo, oh divino cayo, saludos de tu admirador, este quien muge.
vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario