monstrua y desierta
recorro tus entres, en la hora justa de tus lluvias
bajo el puente, las escaleras son laberintos de atroces
muecas, engaños y silbidos apenas en las paredes;
un muro te espía, ciego, sombra bajo tus pasos; el ruido
acompasado de rus relojes, el corazón suelto y en destellos
que acaban en la tarde, comienzan simples: aquí las manos
fraguan el aroma a suplicio que te acompaña, a toda hora,
aun cuando descansas, domingo, resucitados, calma
de muerte, de una nube que cae sin silencios, con la palabra
oscura de tu nombre.
correcciones de todo tipo
cuando la flor echa sus luces, tiemblo
lunes, 9 de julio de 2012
martes, 3 de julio de 2012
bienvenida al país de los salvajes
bienvenido al país de los salvajes
donde el grito es la costumbre y tu silencio
tu mejor arma;
te escondes pero te encontraremos, en tu miedo.
verás la luz hasta que aprendas a respirar, dejaremos tu piel
marcada por tus palabras, por tus pensamientos:
lo que digas y pienses será tu sombra, nosotros
seremos tu sombra, caminaremos hasta que tu sangre
escriba tu historia, no la nuestra.
respirarás mejor cuando dejes de respirar, acá,
en este país donde los salvajes cantan.
donde la palabra es una cierta ventisca, fuerte,
que se convierte en tu tormento. cuida tu alma,
además: puedes perderla
entre los caminos de piedras
que encontrarás.
donde el grito es la costumbre y tu silencio
tu mejor arma;
te escondes pero te encontraremos, en tu miedo.
verás la luz hasta que aprendas a respirar, dejaremos tu piel
marcada por tus palabras, por tus pensamientos:
lo que digas y pienses será tu sombra, nosotros
seremos tu sombra, caminaremos hasta que tu sangre
escriba tu historia, no la nuestra.
respirarás mejor cuando dejes de respirar, acá,
en este país donde los salvajes cantan.
donde la palabra es una cierta ventisca, fuerte,
que se convierte en tu tormento. cuida tu alma,
además: puedes perderla
entre los caminos de piedras
que encontrarás.
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