el café en sus destellos marítimos
reflejaba el vuelo que en el agua pudimos
tener aunque sea por segundo, amada;
es que el vértigo se da aunque sea por nada.
volar por la orilla del agua, reflejados
en nuestras risas, los obstáculos salvados;
dejamos en nuestro vuelo la espuma
que el mar nos daba con su tanta luna.
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