
kolakowski dice que el demonio se manifiesta en las formas del comportamiento humano y no “en asombrosos fenómenos de la naturaleza, monstruosidades o artificios”; sin embargo, al hacer depender el comportamiento humano de la concreta comprensión de los movimientos de la naturaleza, el marqués de sade desplaza el problema del mal: es la conformidad de las acciones con la violencia de la naturaleza la que sus héroes viven en cada momento; sus razonamientos muestran una y otra vez que ellos sólo sirven a la naturaleza, como vehículos que a través de ellos ella se manifiesta. aquí, en este autor francés, el mal no se pone en cuestión, ni el bien, por tanto. el mal es parte de la estructura del ser mismo, no se habla de su existencia o no, sino de cómo hacer más fuerte su presencia, cómo ser en definitivamente autores o coautores de la fuerza de la naturaleza que se parece tanto al mal, por cierto.