en nombre de piedra
recién lluvia
los caminantes reflejan su rostro derrochado
en las vitrinas
espejos del deseo transparente
mi nombre derrotado te deambula
sin alzar ya la esquina rota.
en su lecho,
cenizas que son sueños
nadan su memoria
antes fuego que llevó los pasos
ahora la ceguera que pasó
pero duerme la ciudad y sus venas viven
la sangre y las ratas enarbolan su triunfo de nuevo
donde antes hubo su muerte
ladrando todo el oscuro cielo del día.
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