correcciones de todo tipo

cuando la flor echa sus luces, tiemblo

domingo, 26 de julio de 2009

Bataille vs. la teoría II


Georges Bataille organiza sus escritos alrededor de varias ideas conceptos o principales, muchos de los cuales permanecen difusos y algunas veces poco desarrollados en sus definiciones o conceptuaciones. Comunicación, soberanía, heterología, experiencia interna, lo sagrado, el gasto [depénse], transgresión, exceso, etc., cada concepto aparece en sus textos como una connotación momentánea, una breve comunicación que crea un impacto en el lector, y entonces el concepto desaparece antes que sea del todo atrapado dentro de los parámetros para conceptualizarlo. Quizá es esta vaguedad o ambigüedad inherente a todos los conceptos de Bataille la que previene de ser apropiados por la escena teórica y sean puestos a trabajar en un sistema dogmático. Con el fin de hacer un trabajar una idea, para que sea capaz de desempeñar su función, quizá debe primero tener una definición propia… la cual falta en muchos de los conceptos de Bataille. La amplitud de sus términos (sin embargo, Bataille se mueve desde una economía general a una restrictiva, muestra una digresión desde lo específico, desde la especialización) puede mantenerlos de ser utilizados por otros; esta subversión de la utilidad nace de la dificultad de localizar con exactitud dónde o cuándo los conceptos comienzan o terminan. Este sacrificio de la claridad ciertamente es una estrategia intencional, es el uso propio de los conceptos impracticables de Bataille. Es en esta área del pensamiento donde quiero examinar el presente estado de la teoría.

sábado, 25 de julio de 2009

Baudelaire, un poema


La Musa Enferma


Mi pobre musa, ¡ay! ¿qué tienes esta mañana?
Tus ojos huecos están poblados de visiones nocturnas,
Y miro a veces en tu piel reflejados
El horror y la locura, fríos y taciturnos.


El súcubo verdoso y el rosa duende,
¿Te han vertido el miedo y el amor de sus urnas?
La pesadilla, de puño despótico y revoltoso,
¿Te ha ahogado en el fondo de un fabuloso Minturno?


Quisiera que, exhalando el olor de la santidad
tu seno de pensares fuertes fuera siempre frecuentado,
Y que tu sangre cristiana fluyera rítmicamente


Como los numerosos sonidos de las sílabas antiguas,
Donde reina a veces el padre las canciones,
Febo, y el gran Pan, el señor de las cosechas.

Bataille vs. la teoría. Parte I


Esa tierra dentro de la cual nos enterramos no para ver, se forma de palabras.

Georges Bataille


Los escritos de Georges Bataille han tenido cierto resurgimiento, o mejor aún, una recuperación, en el mundo académico. Como la muerte de Bataille, en 1962, ya se ha dejado en el pasado, el número de ensayos y artículos sobre él continúa creciendo a un ritmo increíble. La mayoría de los críticos se han acercado a Bataille y sus ideas en un marco predeterminado de pensamiento “posmoderno”, ya sea a través del embellecimiento sistemático de su papel como influencia intelectual de Foucault, Derrida y otros, o por su función como intermediario ante Nietzsche y el posmodernismo francés. Si bien hay en verdad mérito y validez al relacionar el pensamiento de Bataille con esos autores, son la radicalidad y originalidad de los escritos de éste los que recientemente se han perdido en los análisis, cuando se ven a través de una perspectiva histórica. Parece inevitable que Bataille, como Nietzsche, esté sujeto a un escrutinio crítico el cual, bajo el disfraz de seriedad, analice y cierre lecturas, y sirvan más que nada para desvanecer el trato que tales autores tienen en la academia. Un proceso calculado de criba intelectual se despliega contra estos pensadores radicales; esta serie de comentarios y disecciones, la mayoría de las veces, dejan sólo una sombra de la obra original. Para evitar esto, no me interesaré en situar los escritos de Bataille en el presente estado de la teoría (sea filosófica, crítica, sociológica o psicológica); antes bien, pienso que será más noble intentar una crítica de su empresa teórica al analizarla a través del propio despliegue de conceptos de Bataille. Si las ideas de pensadores como Nietzsche, Sade o Bataille se les da el crédito que merecen, es sólo al ajustar la teoría misma y que sea juzgada de acuerdo con lo que dice, lo que irá opuestamente con las intenciones hechas por la teoría tradicional.

sábado, 4 de julio de 2009

"Con una desesperada intensidad que le quitaba el aliento, anhelaba la belleza para alimentar aquellos sentidos que habían permanecido tan carentes de ella desde el mismo momento de su nacimiento. '¿Quién soy yo en realidad?', pensó. Unos oídos que no han escuchado música, unos ojos que no han visto la belleza, unas manos que no han tocado nada suave, un corazón que no ha conocido el amor, excepción hecha de una vez hacía ya tanto tiempo que sólo parecía un sueño. Y, en el mundo, le rodeaba la belleza por todas partes, pero sólo para huir ante su presencia."
El hombre elefante, Christine Sparks.

Oh john merrick, cuántos no como tú?????