a un poco de despertar un poco más añoso; pero el corazón sigue -quién dijo eso?-. y quebrantarse la voz con el chillido que anuncia en lugar de un gallo; y llevar el alma enjaulada sólo para liberarla un tiempo después. pero no: liberarla desde ese chillido. y que eso llamado suerte no trabaje ahoy. seguro. ajúa.
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