
cielo desnudo en ruinas el asfalto en sus patas
corre y anda a la menor duda
rumia sus pensares de otras vidas en el sigilio
que puebla esta lluvia y el espejo detenido del tiempo;
mira la pared y su vida apenas alcanza para la tarde:
el color blanco en su mirada es de un dolor sublime:
llama la muerte que se presenta y se va,
pronto, tras sus huellas.