subir.
la ventana sin ritmo queda atrás de la mirada.
los pasos desbordantes hieren los relojes, dulces horas, tras los tiernos deambulantes, que no se cansan.
amanecer: la flor que guarda los fuegos
y los alimenta.
nos alimenta,
lleva los temblores hasta espirales,
insectos que son, ellos,
nuestra sombra,
detenidos. pared. agua. hambre.
abrir los ojos.
(ya está)
correcciones de todo tipo
cuando la flor echa sus luces, tiemblo
miércoles, 19 de agosto de 2009
domingo, 16 de agosto de 2009
Bataille y la teoría, III-IV
Cuando uno quiere discutir asuntos como la filosofía, la literatura y la poesía, en tanto que tales, en su sentido amplio, parece imposible dar una definición que obre y encapsule lo bastante de lo definido para dar bases con un discurso significativo. Tan pronto como uno hace enunciados de “filosofía”, etc., el escenario se pone para una avería interpretativa. Sin un concepto general de “filosofía” habrá confusión en lo que se refiere al significado de los términos; con tal concepto normativo, habrá desacuerdo acerca de la validez de tal norma. Tradicionalmente, los filósofos han contrarrestado los problemas de vaguedad conceptual imponiendo cada vez más estrictamente especialización en sus términos. Bataille, por otro lado, ha revelado la imprecisión de tales conceptos como “filosofía”, y en lugar de especializar y construir sobre tales nociones tradicionales, ha hecho uso de su propio conjunto de conceptos desde la base de los suyos (lo que ve como opuesto a la especialización). Sus ataques en contra de la filosofía del lenguaje, etc., enmaraña los asuntos y hacen una tal meta crítica más difícil. Para Bataille, la filosofía tiene que ser atacada en tanto es un proyecto general, no en sus particulares y múltiples manifestaciones, y esto sólo puede hacerse al contrastar la filosofía con otros conceptos generales que difieren y se le oponen… lo sagrado, el exceso, la comunicación, etc. Con esto en mente, intentaré comparar y criticar la iniciativa teórica misma, usando las nociones batailleanas tanto como guías y como armas. Primero, sin embargo, debo remarcar acerca de la víctima, la generalmente llamada “teoría”.
La teoría (de nuevo, sea filosófica, crítica, sociológica, etc.) puede decirse que consiste en una variedad de movimientos relacionados. Puede pensársele como el análisis de los datos, predicciones del futuro, la sistemática organización del conocimiento, el lugar mismo en el cual debe uno guiarse, o incluso el pensamiento mismo. La teoría es la mayoría de las veces invariablemente un proceso que mantiene el conocimiento (garantizado por la certeza) en cuanto llega a su fin. Bataille sostiene la afirmación de que un proceso de examen lleva de cualquier modo al conocimiento, porque para él esta teorización externa sólo puede partir desde, o negarla, la única certeza de conocimiento que poseen los humanos: “Tenemos de hecho sólo dos certezas en este mundo: que no somos todo y que moriremos.”
La teoría (de nuevo, sea filosófica, crítica, sociológica, etc.) puede decirse que consiste en una variedad de movimientos relacionados. Puede pensársele como el análisis de los datos, predicciones del futuro, la sistemática organización del conocimiento, el lugar mismo en el cual debe uno guiarse, o incluso el pensamiento mismo. La teoría es la mayoría de las veces invariablemente un proceso que mantiene el conocimiento (garantizado por la certeza) en cuanto llega a su fin. Bataille sostiene la afirmación de que un proceso de examen lleva de cualquier modo al conocimiento, porque para él esta teorización externa sólo puede partir desde, o negarla, la única certeza de conocimiento que poseen los humanos: “Tenemos de hecho sólo dos certezas en este mundo: que no somos todo y que moriremos.”
domingo, 9 de agosto de 2009
brumas
levanto la mirada: ella. incuestionable en sus labios, rojos, deseables deseantes. caigo en mí: la mirada absuelta desplaza su andar y recorre, te recorre, animal de amor herido, henchido, casi a reventar. su silencio lo llevas en tu boca. mi alma prendada en tu cuerpo: la noche nomás pasa para dejarnos más ruinas, más bellos.
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