correcciones de todo tipo
cuando la flor echa sus luces, tiemblo
viernes, 21 de diciembre de 2007
capitulo cero
-Esto apenas comienza-, dijo, mientras su dedo, enmarcado por el amarillo inconfundible de la nicotina, señalaba un lugar indeterminado, tal vez perdido, más allá de la ventana, fuera de su memoria, del otro lado de las ruinas de la alguna vez ciudad principal. Su mirada recorría pausadamente el memo que le habían entregado la noche anterior, cuando a la par que sus manos surcaban las deliciosas piernas de su amante, por la tele pasaban cómo la destrucción había empezado a hacerse visible. Y es que eran ya más de dos años anunciándose, como sombras, como sueños repetidos, visiones que no salían del discurso ni las cabezas de los elegidos: aquellos que ahora parecían ser otros, hambrientos, con la mirada llena de una furia helada, cínica; el licenciado sudaba, de excitación y nervios: las ruinas aparecían ahora en cualquier lado que uno viera. y apenas, cierto, comenzaba.
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